lunes, 12 de febrero de 2007

Poemas a mis hijos



La humanidad podría dividirse entre quienes somos padres y quienes no lo son. Yo estuve mucho tiempo sin serlo (exactamente, 34 años). Cuando se es padre comienza uno a valorar y a comprender más fácilmente a sus padres. Las alegrías y emociones que un hijo te producen no tienen parangón. Los poemas que siguen los escribí a pie de obra. Los tres primeros salieron a la luz en El jardín errante (aunque La terraza ya apareció en Un camino en el aire, cerrando el libro), y Fruición y Exhalación permanecen aún inéditos (los he incluido en La herencia invisible, mi cuarto libro, que está a la espera de ser editado). Entre los dos poemas dedicados a mi hija pasó un período de diez años. Cuando escribí La terraza, ella tenía tres; cuando escribí Exhalación, trece. El primero de los poemas a mi hijo lo compuse en el hospital, el día que nació; el segundo, cuando contaba uno o dos años; el tercero, con cuatro o cinco. Hoy Elena tiene dieciséis, y Sebastián once. La fotografía de arriba es un autorretrato más o menos reciente.


LA TERRAZA
a mi hija Elena

Subes las escaleras. La terraza
ha abierto para ti toda su luz.
Te miro desde abajo, y tú te vuelves
a ver si soy testigo de tu audacia.
Eres un ángel libre.
Tu cuerpo iluminado
proyecta una gran sombra.
Y regreso a tu edad.
Esa terraza es tuya para siempre
y yo me quedo abajo contemplándote.
Has cruzado la puerta. Oigo tus risas.
Y veo también tu sombra en la pared.
Tu edad es mía, Elena.
Juega, juega, amor mío.
Regresa siempre alegre
de tus altas andanzas.


1 DE ENERO DE 1996
a mi hijo

La luna es una gota de tu sangre.
El silencio es tu ritmo.
Todo el cielo te mira.
Te acarician las nubes, corazón de montaña.
Eres hijo del sol.
Se han erguido las flores con tu sangre.
Vienes a un mundo en movimiento,
un mundo en suspensión.
Has nacido otra vez, primavera invernal.
Eres todos los hombres
que regresan incógnitos.
De tu aliento se nutren,
del aire de tu sangre.
Hasta el aire se nutre de tu sangre.
Ha nacido el deseo
cuando todos lo esperan.
Ha nacido el secreto
donde la luz es libre.
Esta noche es antigua.
La familia nos mira,
los amigos nos miran.
Las estrellas celebran tu inocencia.
Este mundo que nace
necesita dormir,
aprehender bien su sueño.
Necesita callar.
Soledad sin cadenas.


HIJO MÍO

Hijo mío, te miro
y me lleno de ti.
Tu mirada de luz
ilumina mis ojos.
Como una hoguera nueva
resplandece mi sangre.


FRUICIÓN
A mi hijo Sebastián

Inmerso con denuedo en tus hazañas,
ufano equilibrista en pos del viento,
corres de un lado a otro en el salón.
Esquivas por muy poco los sillones
(has estado ya a punto de caerte)
y remueves el aire de la casa,
las hojas del periódico que leo,
como un ágil ciclón infatigable.
Poco a poco me invade una gran somnolencia,
como si con tus saltos me mecieras.
Sentado en el sofá, cierro los ojos
y me recuesto sobre su respaldo.
Y es verdad que me acunas.
Qué descanso tan dulce.
Sentir que estás tan vivo es como un bálsamo.
Tu energía me toca;
es un puro masaje para el alma;
y en la paz de su esmero y su eficacia,
tu profunda fruición me reconforta.
A veces, con esfuerzo, abro los ojos
y espío casi en sueños tus impulsos.
Pero a ti no te gusta que te mire.
Si notas que lo hago, te detienes;
y, con un ademán de tu mirada
o un explícito gesto de tu mano,
me ordenas que prosiga con lo mío,
leyendo las noticias, dormitando.
Quieres sentirte solo en mi presencia,
estar conmigo solo en tu secreto.
Tal vez porque sospechas que, al mirarte,
me adentro en tu más íntimo dominio.
No te miro: te siento. Bien lo sé:
estoy contigo por añadidura;
estoy aquí como si no estuviera.
Te entiendo y te obedezco.
Quieres tenerlo todo controlado.
Con pocas diferencias, yo también.
Es un indicio más de nuestro vínculo.
Y aunque cierre los ojos
y finja estar ajeno a tu embeleso,
sigo siendo testigo de tu vida
(tan viva, que adormece,
como si se bastara por sí sola).
Porque eres lo más mío,
que es aquello
que tú, en tu soledad, ya has hecho tuyo.


EXHALACIÓN
A mi hija Elena

¿Desde dónde te miro?
Acabas de llegar,
con más de media hora de retraso
sobre el plazo acordado,
e intentas convencerme,
con voz apresurada y gestos categóricos,
de que esta vez tampoco ha sido por tu culpa.
Fuerzas muy poderosas te impidieron
(de nuevo) ser puntual.
Pero hoy no me valen tus excusas.
Me vales sólo tú, tesoro único;
la vida en ti, tan viva, tan ardiente.
Me importas sólo tú,
tan libre en tu inocencia y tu hermosura.
¿Desde dónde te escucho?
Acabas de llegar, y estás ahí,
en pie, junto a la puerta del salón,
mirándome y hablándome
mientras yo sólo miro
y escucho tu belleza.
Estás dentro de mí desde hace tanto...
Por el balcón que te ilumina el rostro
entra la brisa fresca de la tarde.
Por las ventanas de mis ojos corre
el aire alegre y puro de tu gracia.

14 comentarios:

Sintagma in Blue dijo...

Hermosos poemas. Y no es nada fácil escribir poemas a los hijos sin caer en la cursilaería, no sé por qué.

Aplausos

Sebastián Mondéjar dijo...

Lo verdaderamente difícil es escribir poemas y no parecer cursi, se hable de lo que se hable. Yo a veces tengo dudas. Creo que, entre las diferentes clases de "artistas", los poetas somos los que más riesgos corremos en ese aspecto, hasta el punto no ya de caer en la cursilería, sino en la idiotez.

"Hermosos poemas": bonito sintagma. Gracias por leerlos.

Anónimo dijo...

Bellos poemas. Tienen mucha suerte tus hijos. Un abrazo.

Sebastián Mondéjar dijo...

Gracias, Itoitz. La suerte es mía. Entraré en tus blogs... Ya he visto que eres todo un veterano. Otro abrazo para ti.

Luis Vence dijo...

Hola Sebastián. Estuve recorriendo tus dos blogs, el de música y el literario, y quedé impresionado por tu fuerza y sensibilidad. Hermosa poesía. La entrada dedicada a tus hijos, conmovedora (yo también soy padre, de dos hijas).
Llegué a tu blog a través del de mi amigo Osselin.
Cuando quieras, estás invitado a los míos (uno de poesía haiku y el otro de fotografía).
Hasta pronto.

Sebastián Mondéjar dijo...

Luis, el impresionado soy yo; tus blogs son sorprendentes. Eres un magnífico fotopoeta. ¡Qué gran descubrimiento! Seguiremos en contacto. Acabo de empezar en esto y me queda mucho que aprender...
Gracias (a ti y a Osselin) y un abrazo.

Osselin dijo...

Hola amigo Sebastian:
Te contesto con una poesía que dedico a mi hijo de que ahora tiene 7 años y que , en parte, puedo hacer extensivo a mi hija de de 3.

Mas allá del mar y del viento
Más cercano que la propia respiración
Vibración harmónica de mi alma, siento
Límpida alegría inmaculada
Risa envolvente de campanilla
Piel de lirio aterciopelada
Aroma de vida
Fuerza incontenible, imparable, torbellino
Compañero, amigo
de ilusiones infinitas tu camino
Abres tus ojos asombrados
ante todo
porque todo es nuevo todavía
Domingo
olor a mañana y a intimidad
un cuento desfila
Jugamos a...?
Te veo y me veo
pienso
“edición mejorada y corregida”
¿Qué será de tus andanzas por la vida?
siento
el amor que recorre mis venas
apretaremos la vida a manos llenas
Y sonrío
sabiendo que cada momento es de ida
único, irrepetible , cada día
Soy consciente
que tu inocencia y tu admiración
no es para siempre
Y te abrazo y te beso y te como
Y te explico cuentos en la cama
Y te abrazo y te beso y te como
Y jugamos a piratas y a monstruos
Paseamos por la montaña
buscamos minerales, cogemos flores
Y te abrazo y te beso y te como
Porque nada es para siempre
Salvo mi amor por ti.

Compuesta hoy a las 10 de la mañana


Gracias amigo, la acabo de componer. Al ver tu post he pensado que se la debía a mi hijo/amigo/compañero Marc Fábrega Saura.

Sebastián Mondéjar dijo...

Amigo José: abro mi correo tras una intensa jornada con un amigo al que no veía desde hacía mucho tiempo y me encuentro con tu hermoso poema dedicado a tu hijo... Se corona así de inesperado júbilo este feliz día... Y me alegro más, si cabe, por lo que hayan podido contribuir mis poemas a que lo escribieras. Sólo un padre puede escribir algo así. Vida, paz, amor, espíritu, energía positiva... Eso, y sólo eso, es lo que deberíamos contagiarnos siempre los humanos. Gracias por compartir conmigo un poema tan profundo, sentido y emotivo, repleto de ternura y de palabras limpias y sinceras... Pienso en tu hijo Marc leyendo el poema dentro de diez, quince, veinte años...

Un fuerte abrazo.

Osselin dijo...

Creo que nos vamos a enriquecer mucho mútuamente. Nos vamos leyendo.

Anónimo dijo...

Siempre que se tienta uno los labios para nombrar parte de nuestra entraña, sale gorgorera la palabra hijo...

Que mayor alabanza puede elevar el hombre a Dios, que ser merecedor de su confianza, al ser depositarios de su propia vanidad.

¡Siempre he dicho, caballero, que la mayor virtud del hombre es verse en el reflejo de un mirar más pequeño!
Y encontrarse consigo mismo ante los ojos de Dios, sin duda hace al Sr. más y más grande cada vez, porque si hay algo sobre la tierra que no tiene fin y es eternidad por lo inmediato, es la mirada limpia y venturosa de los hijos.

¡Caballero, gracias por permitirme ver un pedacito de ese gran amor hacia sus hijos!

Daanroo Mattz
suspirando por una mirada de los míos -mis hijos- al leerle es imposible no suspirales...

Anónimo dijo...

Hola mellamo Marioy en la busqueda de un título para un breve poemario dedicado a mi hijita encontre tu blog este es un blog (http://lafronteradelapalabra.blogspot.com/)que tengo actualmente mientras termino el que estoy dedicando a mi hija soy peruano y como tú también soy poeta espero entres y me des tu opinión (mariohuanambal@hotmail.com)

LOLA GRACIA dijo...

Me han emocionado y créeme. No son cursis en absoluto. Todo lo contrario. Felicidades por tus hijos y por tu sensibilidad para mostrarlos y mostrales el mundo.

mireia dijo...

hermosos, la inocencia que contemplas en tus hijos, la vida, la luz... la energía... la transmites tan claramente. Tienen tanta vida tus palabras, tanta paz, tanto taodo hermoso!
felicidades, no se como llegué acá, entre tus palabras... pero ha sido un viaje precioso!!!

cynthia dijo...

Hola Sebastian no soy poeta ni artista solo una madre que ama demasiado asu hijo y que ha encontrado un hermoso espacio donde leer y pasar buenos momentos. Hermosos sus poemas, graias por compartirlos,y solo con su permiso me gustaria poder copiarlos para mi. Cynthia.

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