lunes, 3 de diciembre de 2007

Las islas pensativas VII: Silencio y Escritura


Escritura jeroglífica egipcia incrustada en madera (s. IV a. C.)



Escucha tu silencio.



Todo vuelve al silencio del que parte.



Silencio, escúchame.



Lo que soy no tiene nombre.



Mi nombre es un cuerpo.



Todos los días nazco del silencio.



El silencio esculpe nuestros nombres.



El silencio me llama.



El silencio es sincero.



El silencio es la única vía por la que puedo llegar a identificarme con el mundo en que vivo.



He escuchado el silencio que merezco.



No soy un hombre, soy una palabra; un código, una voz sin descifrar.



Todas las palabras encubren un silencio.



Palabras que insisten. Palabras que desisten. Palabras que entran sin llamar.



Midamos las palabras, pero ¿quién mide el silencio? Hay un miedo al olvido, pero hay quien teme los recuerdos.



Escribe tu camino. Sal del silencio andando.



Todas las palabras significan lo mismo.



Todos los silencios son distintos.



Todo habla por sí solo; pero no lo entendemos.



Todo es metáfora del hombre.



Hablar es un rodeo. Escribir es alterar la línea.



Me dice Clara: “¡Qué bonita es la palabra escritura!”



Escribir es un poder.



Escribir es traducir el silencio.



Escribir y hablar son modos de medir nuestro silencio.



Escribir es suplantar un vacío.



Escribir es lo que mejor no sé hacer.



Al leer lo escrito, leemos también lo no escrito.



Sólo deseo escribir cosas que cualquier hombre pueda comprender.



El papel es el espejo. La palabra es el rostro.



Me lavo los dientes. Esa gota de agua me está diciendo algo. Me llevo el cepillo en el bolsillo creyendo que es un bolígrafo.



A veces, la inspiración surge en el momento más inoportuno.



He escrito muchas tonterías, pero no me arrepiento. La mayoría de las veces, el sólo hecho de trazar las líneas me compensaba, me regalaba tiempo; un tiempo y un espacio sólo míos que hacían que me olvidara del tiempo y el espacio que los otros me imponían.



Yo soy un ignorante. A lo mejor por eso soy poeta.



El lenguaje nos ha hecho atrofiar el verdadero idioma.



Los animales no hablan; son discretos. Los animales callan por nosotros.



Hay cosas que el propio lenguaje no nos deja decir.



Lo importante no es el poema, sino aquello que lo origina.



Redundamos en la idea de que la poesía es “muy minoritaria”. Pero es que a veces los poetas, por nuestro modo de ser y de escribir, la hacemos más minoritaria todavía. En cierto sentido, puede que lo minoritario sea a su vez empequeñecedor.



En poesía, la autenticidad es mucho más importante que las palabras.



Las palabras no son más que eventuales rizos de la larga y lisa cabellera del silencio.



¿Por qué los poetas tendemos tanto a rizar el rizo, en vez de alisarlo?


7 comentarios:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Caramba hay aforismos de antología para anotarlos de inmediato como:

"Escribir es traducir el silencio.
Escribir y hablar son modos de medir nuestro silencio.
Escribir es suplantar un vacío."

La última pregunta me lleva a un tema importante. Como sabrás el último informe PISA alerta de la dificultad de comprensión en la lectura que tienen nuestros jóvenes. No me cabe duda de que el 80% podría deberse al imperio de la cultura audiovisual y al desapego de los padres por la labor educativa. Pero el restante ¿no será que no somos capaces de traerlos al mundo maravilloso de la lectura?

Saludos y lo dicho, anoto las frases.

El Secretario dijo...

Hola Sebastián.

Me uno a Goathemala en su opinión de lo acertado de esos aforismos.

Acerca de lo "enrevesado" de algunos poemas, pues sí.

Hay algunos que, la verdad, no hay por dónde cogerlos. Pero si el que los ha escrito ya tiene su círculo de admiradores y le alaban, pues eso es una maravilla culterano-conceptista de aquí no te menees.

No. Hay que decir: no.

Me podrán decir que los Picasso, Miró, etc., en su momento de innovadores fueron incomprendidos y execrados.

Pero esto de los poetas modernos, me puede, la verdad. He visto cosas en la red superalabadas y eran un compendio de exclamaciones, onomatopeyas y espacios en blanco.

Belleza, por favor. O, al menos, emoción...

Y, me uno otra vez a Goathemala, educación, cultura. ¿Es mucho pedir?

Tus reflexiones, magníficas. Perdona que me haya apartado un poco de ellas con esto de los nuevos poetas...

Abrazo silencioso.

Osselin dijo...

El silencio es el lenguaje de Dios.

El silencio es el ruido de las pequeñas cosas.


El silencio es el himno de la paz.

El silencio es el canto monocorde de los maltratados.

El silencio es el eco de la verdad intuida.

El silencio es la mejor afirmación y la peor negación.

El silencio es la placenta de los sordos.

El silencio es tu disfraz, desconocida.

El silencio no existe.

Lucía dijo...

El silencio es un artículo de lujo hoy en día.
Besos.

Gloria dijo...

Que bellos, Sebas!! Me encanto la idea de ser una voz sin descifrar, y lo de escribir como una forma de traducirnos cuando sabemos leer tambien lo no escrito. Gracias. Y un abrazote.

Anónimo dijo...

A veces el silencio habla. Ahí va algo sobre eso:

Pude oirlo con claridad.
Mis labios dijeron "inmensidumbre"
mientras el paisaje se abría
como una granada madura.
Me llevo en la mochila
su áspero sabor
unido a mi palabra nueva.
Inmensidumbre.

Anónimo dijo...

Quiero compartir mi silencio:
Estoy solo sin ruido en la habitación de mi cuarto, tengo un cigarro en la mano y el no escuchar nada me ha dado un placer indescriptible, no soy poeta, no soy novelista solo escribo lo que siento, PLACER, algo que por primera vez experimento y saben? es un placer único como nunca lo sentí.
El sistema me pide más palabras, que mas palabras si en el silencio me encuentro, pienso y no pienso, solo lo disfruto...les aconsejo que lo hagan, solo estén con ustedes, no hay nadie, no hay ruido, un perro ladra, lo escucho y ese sonido es melodía para mis oídos, algo solo para mí.... este momento, les aconsejo que lo hagan, posiblemente entederás todo a tu alrededor y sino insiste algo encontraras... que mas desean, el sistema insiste, estoy en error....al diablo...mejor dicho a Dios........... Gracias

Antonio Gómez Ribelles: 'Las lagartijas guardan los teatros' (La Estética del Fracaso, Cartagena, 2021)

  La arqueología de la memoria Aquel largo pasillo desemboca  en una habitación igual a tantas  que no existen [Manuel Padorno] También hici...