jueves, 24 de mayo de 2012

Tres poemas de Tomás Segovia





QUÉ SOY

Qué es lo que soy cuando he llegado
A no ser nada que resista a nada
Cuando pasan por mí la realidad el tiempo
El inasible aliento de la vida
Como si no pasaran a través de algo
Qué puedo ser cuando todo lo mío
Es tan sólo lo otro
Cuando no hay nada que vencer para vencerme
Qué puede ser el más ser de esta dicha
Que ni siquiera es decir sí
Sino borrar hasta en mi hueso el no
Qué puedo ser si me disuelvo
En la gran dignidad de lo que vive
Qué puedo ser entonces sino esa dignidad.


* * *

DE LA MANO

Era mi infancia sí era mi infancia
Y la llevaba yo
Puedo de cir que toda entre mis brazos
No hallaba cosa en mi entorno extranjero
Donde posarla o con que envolverla
De sus días colgaban sin suelo las raíces
Y en todo lo abarcable ningún sitio era el suyo

Era mi infancia y no se desdecía

En aquella mañana sin rebabas
En un paisaje limpio como un jardín de nadie
Avanzaba sin arma y sin coartada
Y desarmando toda enemistad

Aquella fresca brisa juguetona
Que me desordenaba los cabellos
Era tan mía como de cualquiera
Y no necesitaba apartar ningún velo
Para mirarle en los ojos al mundo
Aquella brisa clara aquel paisaje en vilo
Aquella hora sin dueño
Toda aquella indigencia sagrada eran el mundo
Y a falta de una brújula y un mapa
Era la mano de la viida misma
La que allí me llevaba de la mano.


* * *

ESE LUGAR

De ese lugar no me he ido nunca
Quiero decir que va siempre a mi lado
Aunque yo tantas veces no vuelva allá los ojos
Quiero decir que siempre puedo
Volver al sitio desde el que se ve
Abrirse al tiempo como un claro abrazo
Un tiempo que no escapa sino que nos llega
Y se ensancha al romper en nuestras playas
Y no es que el mundo nazca cada día
Es que todo es nacer
Ese lugar donde entre yo y la vida
No hay sino entendimiento natural
Ese lugar fue siempre mío
Y me basta arrumbar por un rato mis quejas
Para volver a estar en el comienzo
Porque olvidé decir
Que ese lugar será siempre un comienzo.


* * *

[Tomás Segovia
Rastreos y otros poemas
COLECCIÓN LA CRUZ DEL SUR - EDITORIAL PRE-TEXTOS
Madrid - Buenos Aires - Valencia - 2012]


Fotografía de la entrada: Tomás Segovia a través de la mano de Eloy Sánchez Rosillo, tomada por mí el 19 de abril de 2010 en la Fundación Las Claras de Cajamurcia.




viernes, 18 de mayo de 2012

'La traición de la memoria', de Antonio Gómez


Desde el pasado 20 de abril y hasta el próximo 26 de junio, el pintor Antonio Gómez Ribelles muestra en el Palacio Molina de Cartagena su obra más reciente, titulada La traición de la memoria. Se trata de una exposición poliédrica, un conjunto armónico y multidisciplinar concienzudamente proyectado y articulado en el que se aúnan pintura, poesía, fotografía, escultura, diseño gráfico, imagen y sonido, y en el que he tenido el privilegio de colaborar con una modesta ambientación sonora para el vídeo “Parsimonia”.

En La traición de la memoria, claro, el traicionado es el olvido. Antonio Gómez ha rescatado antiguas fotografías familiares que luego ha desmenuzado y reinterpretado, entretejiéndolas y reordenándolas con sus recuerdos y vivencias interiores, y ha hecho emerger en nuestro ahora un mundo, un tiempo y un espacio de otro ahora plenos de símbolos, luces, sombras y sueños de la razón que nos acogen como un paisaje orgánico, una casa de campo, una entidad viva.

En suma, un otro ahora atemporal que sigue estando aquí, que es siempre ahora.



En este enlace podéis ver el catálogo completo de la exposición: http://wwwe.cartagena.es/invitacion/agomez.pdf, que, como comprobaréis, contiene unos textos preciosos de José Luis Martínez Valero y el propio Antonio Gómez.

Por lo demás, me he atrevido a pergeñar este poema, nacido de las impresiones que la exposición suscitó en mí:


PARSIMONIA


Para Antonio Gómez


Sin memoria no hay juicio, no hay conciencia.

La memoria es aljibe
de una casa viviente.

Eco que nos traduce.

Todo cuanto habitamos nos habita.
Todo paso que damos deja huella.

Saca del continente el contenido, extrae
del corazón del fruto la simiente
y ocupa su oquedad.

La semilla eres tú.

Desdibújate en savia, tallos,
brotes y hojas hermanas.

Surca el mar de la luz y de la sombra,
navega con sigilo en el silencio
que todo lo circunda e, igual que un caracol,
imprime en el estuco de la noche
-blanco velo lunar de la memoria-
la estela luminosa
que una conciencia agreste y distraída
descubrirá en el borde del aljibe.



[Murcia, 8 de mayo de 2012.]


domingo, 13 de mayo de 2012

Dos poemas de José Moreno Villa


Abro al azar Poesías completas de José Moreno Villa y leo estos dos poemas:


ENTEREZA

En el nombre del verbo que a la rosa espolea,
que al mastuerzo fustiga y al heliotropo empuja,
quiero animar el coro, y no aventar más lágrimas
si no son como estrellas.

¿Qué más da que la nube cubra el signo del alba?
También las olas tapan árboles de corales.
Y nosotros tapamos las ramas coralinas
que nos dan existencia.

Lo importante es saber que las cosas se esconden;
y después, descubrirlas; y despues, manejarlas:
situar el lucero sobre vivos corales
y avanzar lentamente.

La vida es un poema trágico -ya lo sé-,
pero, habiendo pasión, la tragedia es hermosa.
Vengan, vengan misterios, nubes, telones, gasas,
y pasión para henderlos.

* * *

NO HAY CONSEJO POSIBLE

Fuera lógico, amigo, que al final de la vida
pudiéramos legar una norma o un consejo,
práctico, de moral o de táctica alegre;
algo para vivir con dignidad y gusto.

Porque mi angustia es ver con entera evidencia
que la vida es más grande, más llena de posibles,
más honda, más extensa, más íntima y sensual
que la tocada en suerte a cada ser humano.

Pero, amigo, no hay lógica. La experiencia no sirve.
Cada momento es nuevo hasta el rato final.
Todo cambia al contacto de nuevas convergencias.

Por eso los abuelos decían "Ya veremos...
Ya veremos qué día se presenta mañana".
Y es que cada minuto viene en combinaciones.

* * *

[José Moreno Villa en Voz en vuelo a su cuna (1955).
Poesías completas. Edición de Juan Pérez de Ayala.
COLEGIO DE MÉXICO / RESIDENCIA DE ESTUDIANTES, 1998.]


Antonio Gómez Ribelles: 'Las lagartijas guardan los teatros' (La Estética del Fracaso, Cartagena, 2021)

  La arqueología de la memoria Aquel largo pasillo desemboca  en una habitación igual a tantas  que no existen [Manuel Padorno] También hici...