lunes, 1 de noviembre de 2010

"Muertos del mundo, uníos"



‎1 de noviembre. Abro al azar 'Hojas de Madrid', de Blas de Otero, y aparece este soneto:


INVASIÓN

Maravilloso mar el de la muerte.
Tocar el fondo, al fin, tocar el fondo.
No hender las olas en que hoy me escondo,
sino hacer pie pisando, ahondando fuerte.

Entro en el centro de la sombra inerte,
y, desde allí, retorno al aire, rondo
la luz, revivo y vivo en el más hondo
maravilloso mar: el de la muerte.

Muertos del mundo: uníos, emerged
entre sangre y cadenas; renaced
de las revoluciones invencidas.

Renaceré yo, mar, en las arenas
de Playa Larga, rotas las cadenas
de las olas que invaden nuestras vidas.




Blas de Otero
Hojas de Madrid con La Galerna
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores
Barcelona, 2010

5 comentarios:

Pedro López Martínez dijo...

No hay azar, Sebas. Todo está meditado antes de que suceda (esto es, premeditado)por un entresijo universal al que no sé ponerle nombre y en el que probablemente no sabré creer si lo bautizo. El azar está previsto en los anales del destino.
¿Te he dicho alguna vez que el primer libro de poesía que conoció mi estantería adolescente fue uno de Blas de Otero -"blasón que oteo", escribo en uno de mis versos más crípticos-?

Salud!

Sebastián Mondéjar dijo...

¡Albricias, Pedro, cuánto tiempo sin "hablarnos" por este canal! Te noto trascendente. Yo también creo que todo está conectado, pero antes que meditado o premeditado diría que todo es... visible, previsible, predecible..., incluyendo, claro está, nuestro destino. Bueno, no me hagas mucho caso, que últimamente estoy un poco "empanao".

Blas de Otero también fue uno de mis primeros blasones en poesía (qué bueno tu verso) una vez que comencé a tener verdadera conciencia social. Yo venía de polos tan opuestos como Borges y Beckett. Con eso te lo digo todo.

Cuando vuelva del ensayo me paso por tus alforjas. Un abrazo.

carmen dijo...

Pues yo no creo que todo sea tan previsible ni predecible, lo que pasa es que no sabemos ver lo oculto, lo mágico, lo que se promete tras un destino aparentemente escrito desde siempre.
Yo, por lo menos, no dejo de sorprenderme.

Sebastián Mondéjar dijo...

¿Lo que se promete? ¿Por sí sólo? Que todo sea visible no quiere decir que todo el mundo lo vea. Premeditado, previsible, predestinado, prometido... Estamos hablando de lo mismo, Carmen. ¿Pero no tienes con frecuencia la sensación de que construimos, o destruimos, o deconstruimos entre todos un mundo que cada vez promete menos, que cada día es menos mágico, y no diré ya menos oculto, sino menos... íntimo? Pero... ¿de qué hablamos? Sólo hay que mirar a nuestro alrededor. Luego está lo que cada uno piensa, siente, quiere, cree o anhela. El día que perdamos eso ya nada será premeditado, predecible o prometido, ni habrá nada que nos sorprenda.

Me viene a la cabeza una isla pensativa:

"Gozar
de lo oportuno
creándolo."

Y no sé si tendrá algo que ver con todo esto, pero esta tarde, durante el ensayo, he escrito estos dos versos:

"Hoy salgo a mi interior.
Piel profunda del alma."

En fin... ¿no le decía yo a Pedro que estoy un poco "empanao"?

Pues eso. Un beso.

Virginova dijo...

Yo creo que lo misterioso reside en lo evidente (en la sencillez). Por eso no hay mucha gente que lo vea. Porque la mayoría no tiene su ser en el aquí y ahora...En este sentido un niño/a siempre es mi maestro.

Un saludo a todos y no perdamos nunca el "sitio de nuestro recreo", ni aquellos valores que nos hacen construir mundos mejores frente a los peores.

Virginia.

P.D. Por cierto Sebas, en "verificación de la palabra" me ha pedido que transcriba "Caliz", curioso...

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