Miquel Martí i Pol dibujado a lápiz sobre papel por Adolf.
A MODO DE EXORDIO
Cualquiera de nosotros, perdedores
irreverentes y lúcidos, y también
cualquiera de ellos, los otros, instalados
en castas de poder y privilegio,
una mañana cualquiera, desde la triste
permuta del espejo, podemos sentirnos
exiliados sin salir de casa.
¿Y qué haremos, entonces? ¿Invocaremos
leyes y preceptos? ¿Pediremos cuentas
a los descreídos? ¿Renegaremos de los dioses?
Así se expresa el tiempo, sin ningún tipo
de impiedad, y es bueno saberlo y decirlo
para probar a vivir con los sentidos
y los sentimientos en perpetua vigilia.
Mirar a la vida cara a cara es un
recomendable y prudente ejercicio
de humildad, una activa y discreta
conspiración que nos acerca a aquel núcleo
tan olvidado de nosotros mismos
en el que a veces es duro descubrirse.
Crecer es también saber que la tristeza
e incluso la afrenta no son, por suerte,
exclusiva de los viles, sino un grotesco
patrimonio de todos, y que por los ojos
de los marginados, de los pobres, de los vencidos,
se nos va a todos el gozo de vivir
armoniosamente y con alegría.
Miquel Martí i Pol
Después de todo
Premio Internacional de Poesía Laureà Mela 2002
DVD ediciones /Barcelona, 2002
3 comentarios:
Pues sí, la miseria de los vencidos arruina en parte la ufanía de los poderosos, aunque sólo sea por la amenaza que representa, y por contra cualquier desgracia o accidente que descomponga el esplendor de éstos reconforta y consuela secretamente a aquéllos. Pero no hace falta un espejo; la vida es capaz de situarte en uno u otro lado bruscamente cuando menos lo esperas y entonces, cuando irremisiblemente engrosas las filas de un bando, acabas por adscribirte a sus ruindades y te desdices de lo que haga falta, defendiendo tu nueva causa. Así una y otra vez para cada circunstancia cotidiana, adaptando y recomponiendo sin descanso; vivir es ciertamente fatigoso.
Y por eso mismo, amigo Sebastián, te deseo que disfrutes estos días de fiesta y que el año que viene te (nos) traiga buenos ratos de música y literatura, para ir tirando.
Gracias por tus deseos, José Manuel. Son el mejor contrapeso a tu severo y contundente análisis previo. Sí, vivir es un no parar. Pero aunque los años vuelan y nos cambian, apenas nos traen nada que no seamos capaces de traernos nosotros mismos. Hay que vivir alerta, amigo, a fin de acumular la mayor cantidad posible de buenos momentos. Desde aquí sólo puedo decirte que, aunque escasos, los que he compartido contigo han sido siempre muy buenos. Un fuerte abrazo (para ir tirando).
Vayaaa... Te echaba de menos. Feliz año Sebas!!
Nada que no hayais dicho ya, aunque si resaltaría de nuevo como conclusión pragmática lo que reza el magnífico poema: "...y es bueno saberlo y decirlo para probar a vivir con los sentidos y los sentimientos en perpetua vigilia."
CARPE DIEM
Un abrazo atento.
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