Se acabó lo que se daba. Claro que hay muchos tipos de vacaciones y muchas formas de ver y de sentir las cosas (a buen seguro, no faltará quien haya estado durante todo este tiempo deseando ansiosamente regresar a su rutina), formas de ver y de sentir que, a mi entender, se resumen en dos y que dependen tanto de nuestra actitud como de nuestra aptitud ante la vida. Las dos islas que siguen reflejan claramente, creo, ambas posturas. Por lo demás, os deseo a todos un feliz retorno y un sereno reencuentro con todo lo que habitualmente os rodea.
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Acabo de regresar de vacaciones y las siento ya lejanas, como si estuvieran aún por venir.
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Hace sólo media hora que me marché, pero al volver y abrir la puerta he sentido que regresaba de un largo viaje.
3 comentarios:
Hola amigo:
Perdona mi tardanza pero mi nuevo trabajo hace que visite menos los blogs. Voy un poco liado.
Espero que te vaya todo muy bien. Pronto te escribo por mail.
Yo disfruto mucho las vacaciones y por lo que hablamos en tu lugar de vacaciones , tú tampoco te lo montas mal,
Te escribo pronto por mail.
Hola Sebastián.
Ante todo, muchas gracias por el enlace.
Respecto a lo que dices del regreso de las vacaciones, hace algunos años, yo tenía siempre la curiosidad por ver qué nuevos compañeros, pero más qué nuevas compañeras, íbamos a tener.
En mi trabajo, todos los años va variando el personal y, con una cierta edad y soltero, pues sí, me producía algo de sano morbo, si se puede utilizar esa expresión...
Ahora, ya casado y con 3 churumbeles, como que me da igual los/las que vengan nuevos; hombre, siempre quiere uno alegrarse la vista un poquillo, pero ya no es como antes.
La segunda "isla", me resulta algo inquietante, como de cuento de Cortázar. Se le podría sacar punta.
Un abrazo.
Bienvenido amigo. Muchas gracias por mandarme de nuevo tus libros, y por tu bello comentario en casa. Un abrazo.
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