martes, 9 de junio de 2020

'Mandolina y jaula ante un espejo', de Francisco Deco e Ildefonso Rodríguez [Animal Sospechoso, Barcelona, 2019]


SUR REAL VERSUS NORTE TENOR

Versus, sí, pero no en su acepción moderna de "contra", sino en su sentido latino original: "hacia". El vers francés. El verso italiano.

Versus, también, de "verso", "surco", "hilera".

Y, sobre el mapa, la línea perpendicular que, paralela a Portugal, une León con Sevilla (y viceversa); esa línea recta representa lo que en verdad supone Mandolina y jaula ante un espejo: un caudaloso cauce poético entre dos poetas amigos.

Francisco Deco (Sevilla, 1962) es poeta, traductor y profesor universitario. Ildefonso Rodríguez (León, 1952) une a su condición de poeta la de músico (es saxofonista y cuenta con un gran bagaje en el mundo del free jazz y la música improvisada). Ambos han publicado una obra extensa y a ambos les une el interés por las vanguardias poéticas.

De hecho, Mandolina y jaula ante un espejo nace de la relectura del renga que en 1969 llevaron a cabo Paz, Roubaud, Sanguinetti y Tomlinson en un hotel de París.

El resultado es una serie de 100 poemas breves combinados aleatoriamente y presentados de dos en dos, uno frente a otro; o, mejor, uno hacia otro, es decir: dispuestos, en su libertad, a mezclarse. Porque, como dice en el prólogo el poeta Jean-Yves Bériou, "a medida que se avanza en la lectura, se otorga cada vez menos importancia a lo individual (...); son las cercanías, los ecos, las oposiciones y las paradojas los fenómenos que retienen nuestra atención, y lo que nos turba es, de hecho, la sensación (...) de encontrarnos frente a un único autor, proteiforme, que mezcla los 'estados de conciencia' más diversos".

Un libro inaudito, valiente, inclasificable, generosa y verdaderamente compartido, en el que cada poeta da rienda suelta a sus querencias y habilidades improvisatorias desde sus propios registros y emociones.

"Un libro que se compone en el momento de su lectura", como bien afirma su editor, Juan Pablo Roa, en este reciente vídeo promocional (en el que también comparte dos de los dípticos que lo integran):



En base precisamente a esa aleatoriedad (esa "cinta de Moebius" a la que se refiere Bériou, "en la que nunca habría un final"), el lector es libre de establecer su particular orden o desorden de lectura, e incluso de imaginar sus propios dípticos y correspondencias. Ya en mi primera lectura, a mí se me revelaron varios. Este, por ejemplo, de Francisco Deco en la página 22:

Plástico y sombra

espectáculo extraño
desvaído humedísimo

retuerce un pájaro de tinta
sin importancia sílaba
en suelo de ajedrez

napalm nuevo
                          oratorio

con este otro de Ildefonso Rodríguez en la página 28:

Función de noche en el limbo:
la mujer matemática se deshace entre los dedos
la puerta de merengue no tiene cerrojos
están haciendo catas celestiales: negro de tinta china
suena un aparato de radio con descargas

Y no desvelo más. Sólo añadir, en fin, que es muy de agradecer esta singular iniciativa poética y editorial, que nació en 2016 pero que salió a la luz sólo unas semanas antes del confinamiento (aunque llegó a presentarse oficialmente a mediados de febrero en Barcelona y Santa Coloma de Gramenet).

Sur Real. Norte Tenor. Juegos de palabras. Mandolina y jaula. Amistad y espejo.



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